Son muchos los medios de comunicación de todos los ámbitos que durante los últimos años se han hecho eco del grave problema que está suponiendo la presencia de las toallitas higiénicas. El incremento del uso de estos producto y su incorrecto tratamiento una vez usados, está trayendo auténticos dolores de cabeza a las administraciones locales. Por una parte, los graves atascos que crean causan auténticos estragos en el sistema de gestión del alcantarillado, hasta el punto de que algún estudio calculan en 200.000.000 € anuales en el conjunto de España. Sin ir más lejos, en Beniarbeig, durante el último año se han tenido que reparar tuberías por valor de 1.500 €. Es por ello que cada vez son más los ayuntamientos que han comenzado a hacer inspecciones y sancionar a los propietarios que lanzan las toallitas en el inodoro, con multas que van de los 700 € a los 6.000 €.
Pero el problema no termina en la parte económica, sino que a nivel medioambiental cada vez preocupa más, como la llegada masiva de toallitas al mar está teniendo un devastador impacto en la biodiversidad marina. Quizás uno de los ejemplos más alarmantes es el de Badalona, donde los pescadores de la ciudad denuncian que en los últimos años ha disminuido la pesca, hasta el punto de que algunas embarcaciones ya no les es rentable salir a pescar, y es que las toallitas que acaban en el fondo del mar terminan por arrastrar los huevos e impiden la reproducción de especies como el lenguado, la sepia y el langostino.